viernes, 11 de febrero de 2011

Un fenómeno de mujer

El viernes 4 será la principal protagonista principal de los 20 años del Festival de La Salamanca. Antes de su participación, expresó algunas palabras en exclusivo para D&D, luego de haber agotado los aplausos del público coscoíno el jueves.
“Me quedé con ganas de más, pero debí acortar. Mi papá siempre me dijo que no hable tanto, que ese tiempo es de las canciones”, fueron las primeras palabras dichas, tras haber cantado más de una hora en el escenario que la vio crecer y le dio vida a su carrera hace 15 años.
El revoleo del poncho, la caminata por todo el escenario, los gritos y el juego con el público hicieron de aquella pequeña, nacida en Arequito, provincia de Santa Fe, una estrella del canto popular.
“Tratamos que no pase una hora y cuarto el show para respetar al resto. Me hubiese gustado terminar como quería. Venía a festejar mis 15 años pero bueno, ya está, tengo que admitir que me equivoqué”, resaltó la primeriza mamá que se siente otra persona, a partir de aquel suceso llamado Antonia. “La etapa del embarazo fue tranquila, creo que me tranquilicé un poco de algunas locuras que hacía. No creo que me tiraría de un arnés nuevamente como lo hice aquí en Cosquín o de un paracaídas en Carlos Paz, igual te digo que jugando a la bolita soy lo más competitiva que hay”, resaltó la cantante que quería sorprender en este Cosquín.
Una plaza prácticamente completa con más de 10.000 personas fue testigo del recital que rememoró su trayectoria con la convocatoria de figuras como Orlando Vera Cruz, Leandro Lovato, Lucho González y la agrupación cordobesa La Banda XXI, con la que realizó una recorrida por buena parte de su clásicos, incluyendo el clásico "Don Ata", de Mario Alvarez Quiroga. Esta chacarera y la segunda que interpretó, “Entra a mi pago sin golpear”, de “Peteco” Carabajal, son algunas de las canciones que se escucharán en La Salamanca, el próximo viernes.
“Así como en Jesús María será el recital que verán los santiagueños en La Salamanca. No creo que haga una presentación como aquí (Cosquín), sino más bien mostrando las canciones de `Vivo en Arequito´. Es toda una responsabilidad tocar en su tierra, igual no creo que me meta en La Salamanca a aprender a tocar chacareras”, comentó sobre la su participación y que “no se quedarán con las ganas, verán lo que quieran pedirme también”.

Otro momento de vida
"Me doy cuenta de que en este momento hay una revalorización mía como artista. Antes me elogiaban la fuerza, la energía o el carisma, pero nadie me hablaba de los conciertos. Como banda sonamos mejor y estamos muy cómodos arriba del escenario. Estoy en un escalón de mi carrera que me encanta, donde no tengo sobresaltos y se valora lo que hago, pero quiero más", dice una Soledad, de 30 años. “Veo siempre el vaso medio vacío, porque siempre quiero hacer más. En otra época me pasaba días llorando si no me salía lo que quería”, se sinceriza la cantante, antes de recibir al grupo japonés que le hace un pequeño regalo: la interpretación de un tema de ella en su idioma y un chaleco con guardapampas para su hija.
Fresca, feliz y cansada por la vida de familia no se siente aún una estrella. “Creo que mi éxito se debe a la época. Ahora decís una palabra y lo sabe todo el mundo por Facebook o Internet. Las estrellas son las de antes, esas que se recorrían el país a pulmón. Yo tengo calle, pero también la posibilidad de que me vean muchos por la tecnología”, finaliza.

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