
Cabe recordar que la fiesta comenzará el viernes 28 con la actuación exclusiva de la cuartetera agrupación Banda XXI.
El embarazo le dio ese tiempo reflexivo para poder mirar su alocada carrera en perspectiva, pero por poco tiempo. Diez días antes de parir estaba subida al escenario para el histórico concierto en el Bicentenario. "¡No me lo podía perder! El médico le dijo a mi marido que no me deje subir al escenario, pero era un momento histórico. Para mí fue algo que me marcó a fuego y que todos recuerdan. El éxito de ahora y el trabajo que tengo fue gracias a esa imagen cantando con panza, que le quedó grabada a la gente. Fue muy fuerte."
Antonia nació el 11 de junio. A los dos meses, Soledad llamó a su manager pidiéndole que le consiguiera nuevas fechas de conciertos. Otra vez se subía a la ruta con un instinto (sobre) natural. "Siempre tuve mucha energía, pero con Antonia fue mejor. Los primeros dos meses de gira, Antonia me acompañó a todos los shows por avión o por tierra, pero como te dije no hago locuras y muchas veces se queda. Cuando vuelvo de las giras ella me sonríe y para mí es el mejor momento del día. Es una gorda bella, bella, bella". Antonia trajo algunos cambios visibles para la artista: "Me hizo más simple y directa con las personas". Y otros cambios menos visibles pero que influyeron en las decisiones de su último disco, donde refleja y explora su lado más introspectivo como autora en "Crónica de otra muerte anunciada", "Y así volví", "La salida" y "Esperando tu regreso": "No creo que lo que haga sea trascendental para todo el mundo pero lo es para mí. Los estados de ánimo que me ayudan a escribir no son los más alegres. Me sale por otro lado. En los peores momentos, cuando las cosas no salen bien, aparece la veta de compositora".
-En esas canciones parece que mostraras a una Soledad desconocida para el público
-Es que cuando escribo no me sale el folklore más purista. Pero hace tiempo que vengo escribiendo canciones. Una de las primeras que hice fue "Crónica de una muerte anunciada" en 2004 aunque nunca me animé a grabarlas. La persona más difícil de convencer para que salgan estos temas nuevos soy yo. Me alentaron mucho los músicos y Pablo Santos con el que componemos juntos. Cuando hicimos el Teatro Nacional había un bloque con mis canciones y fue como testearlos con público. Como vi que funcionó bien cada noche me fui animando a incorporar un tema nuevo".
La cantante siente que es otro momento bisagra en su vida artística. Vivo en Arequito, simbólico registro en directo en su pueblo sojero, no deja de ser otra polaroid de esa gira sin fin de su vida, como sucedió con anteriores registros en vivo: A mi gente (grabado durante la serie de 35 conciertos en el Gran Rex de 1988), Sole y Horacio juntos por única vez (grabado en vivo en el Luna Park en 2002), Diez años (álbum doble en Obras de 2005) y La fiesta, juntos de verdad (con Los Nocheros y el Chaqueño Palavecino de 2009). "Me doy cuenta de que en este momento hay una revalorización mía como artista. Antes me elogiaban la fuerza, la energía o el carisma, pero nadie me hablaba de los conciertos. Como banda sonamos mejor y estamos muy cómodos arriba del escenario. Estoy en un escalón de mi carrera que me encanta, donde no tengo sobresaltos y se valora lo que haces pero quiero más", dice una Soledad de 30 años, muy distinta al pequeño tornado que arrasó con Cosquín en su debut de 1996.
Casada con Jeremías, con un cachet que cotiza alto en las bolsas de los festivales (pero que mantiene la costumbre de parar en casas de familia) y al frente del programa Ecos de mi tierra en Canal 7 analiza su nueva relación con el afuera: "El programa me llevó más cerca de la gente y conocí mejor a los artistas. Quizá con muchos no tenía relación y tenían un preconcepto sobre mí. Me sirvió para tener una información que antes no tenía del folklore. Absorbo todo como esponja". Ella que acumuló experiencias que pocos artistas consagrados pueden vivir a tan corta edad, grabó una docena de discos, filmó una película y está en tratativas de filmar la versión de Larguirucho de García Ferré, confiesa al final: "El público me regaló una oportunidad única y sin ser una artista formada me permitió moverme por diferentes escenarios, la TV y el cine. Pasó el tiempo y la gente fue tomando de mí lo más esencial. La Soledad de los primeros discos tenía una energía increíble, pero logró superarse. No sé si lo que brindaba era tan interesante como propuesta artística. Evidentemente había algo que le llamaba la atención a la gente y con el tiempo me fui aprovechando de esa oportunidad para crecer"
"Mi primer disco se grabó en ocho horas. El estudio era tan chiquito que yo grabé en el baño. Se tapaban las paredes con frazadas, pero el inodoro seguía allí. Poncho al viento vendió casi un millón de discos. Un delirio". Soledad Pastorutti recuerda la mítica anécdota y todavía no puede evitar reírse de par en par. Lo que se diría hoy un disco low fi se transformó en un fenómeno de la industria telúrica.
La hermosa mujer en la que se ha convertido Soledad Pastorutti festejó sus “15 años de cosquines” con un encendido recital en el que repasó su repertorio “desde aquél enero de 1996”, y presentó temas de su nuevo disco: Vivo en Arequito .
“Ay –suspiró pasada la medianoche-, déjenme respirar un poco. No hay nada más difícil que subirse a este escenario”. El público de la Plaza, como antes, como siempre, la recibió de pie y con sus ponchos en alto.
Con una capa a lo torero, negra y con rosas rojas bordadas; corset de brocato carmín; pantalones oscuros ceñidos y altísimas botas de charol, la nena mimada de un Festival que la vio crecer, invirtió sus cartas y arrancó con A don Ata : el tema de Ica Novo con el que, por años, cerró sus aeróbicas faenas. Esta vez fue un colorido ballet el que bailó y revoleó ponchos por ella, que sólo se dedicó a cantar.
Con soltura de conductora de TV, Soledad fue la anfitriona de su propia fiesta que tuvo su pico emotivo con la entrada de don Orlando Veracruz: “El primer artista que me dio oportunidad de subir a un escenario grande”, recordó. Juntos cantaron Pilchas gauchas , un tema emblemático del santafesino quien, en el medio y casi al borde del llanto, interrogó: “¿Saben lo que es una mañana, tener ganas de cantar en una escuelita de camino a Córdoba, y encontrar entre esos guardapolvitos blancos a una niña llamada Soledad Pastorutti?”. A los dos les costó seguir. Poco después y en el largo, fuerte abrazo que se dieron, ella le susurró al oído un “te quiero, muchas gracias” que apenas pudo pronunciar, y que la gente leyó en sus labios a través de las pantallas gigantes.
Vaso con agua y después, la artista de Arequito siguió con Amarraditos ; chacareras furiosas y un par de vertiginosos chamamés que coronó con la Agitando pañuelos , la zamba de los hermanos Abalos; y Perfume de carnaval , de Peteco Carabajal, a dúo con su hermana Natalia.
Mirándola, era imposible no volver a aquélla tarde de verano del `96, cuando César Isella avisó: “Vengan a ver lo que tengo en mi carpa”. Las caras absortas de los maestros Ariel Ramírez y Eduardo Falú, que compartían una mesa, cuando desde el fondo apareció ella: toda torbellino y frescura, para dividir la historia del Festival en un antes y un después. La pequeña, gran Soledad, armada hasta los dientes con el arma infalible de su carisma a prueba de tiempo.
Mientras la esperaban, el público aplaudió a Argentino Luna, que entonó sus clásicos Mire qué lindo mi país paisano , y la más reciente Gallito del alba ; y a la Delegación de Salta que trajo entre sus representantes la hermosísima voz de Melania Pérez.
Insomnes, los peregrinos de esta Meca del folclore que es Cosquín, siguen sin pegar un ojo al ritmo de las peñas y los guitarreros de cada esquina, al tiempo que palpitan la despedida de mañana, con Los Nocheros y los Tekis al comando.
La Sole brindó un show que duró más de una hora y convocó a una multitud que superaba los 20 mil espectadores, quienes pudieron disfrutar de un show de primer nivel.
La fiesta comenzó a las 22.00 hs con la actuación de Los Hermanos Veloso, el trío de jóvenes grutenses que interpreta distintos géneros de música argentina y que oficiaron de banda soporte. Para dar luego lugar a la carismática Soledad, que llenó de ritmo la noche con sus temas más conocidos, versiones de clásicos del folklore y de la balada latinoamericana.
El escenario se montó en plena Avenida Costanera, a la altura de la cuarta bajada, y el público se congregó a lo largo de al menos cinco cuadras para poder disfrutar de una noche llena de ritmo, color y brillo.
Luego del show, la artista brindó una conferencia de prensa en donde consultada por los medios locales expresó su felicidad y la importancia que tiene para ella volver a este hermoso lugar donde ya se había presentado, en tanto prometió volver pero la próxima vez de vacaciones.
Asimismo también felicitó a todos los que trabajaron para hacer posible este festival, que es el festival del pueblo y que quienes viven en Las Grutas, San Antonio y El Puerto deben sentir como suyo.
La organización de la fiesta está a cargo de la Municipalidad de San Antonio Oeste que con ayuda del Gobierno nacional y de empresarios y vecinos del ejido logró plantear una fiesta de la que todos pudieran ser participes y que lograra además recuperar el esplendor que este festejo supo tener años atrás.
Al respecto, el Intendente Javier Iud dijo "Esta fiesta es un homenaje para los habitantes y turistas que elijen a Las Grutas como destino para sus vacaciones".
Los próximos espectáculos son:
Hoy miércoles 26 de enero se presentará León Gieco, el 27 Leo Mattioli, el 28 Catupecu Machu y el gran cierre con la presencia de Alejandro Lerner y la elección de la nueva soberana.
Luego de un fin de semana en el que el calor se hizo sentir y un lunes que se vivió a pleno, con temperaturas que superaron los 37ºC, la ciudad se prepara para disfrutar de una nueva edición de la Fiesta Nacional del Golfo Azul.
La celebración, que es la número XXI, arrancará hoy a partir de las 21:30, con la actuación de una banda local que será la responsable de cargar de energía el inmenso escenario ubicado al aire libre que cerca de las 23 se engalanara con la presentación de Soledad Pastorutti.
La reconocida folclorista promete agasajar al público con temas que han signado su trayectoria, como "A Don Ata" y "Tren del cielo", que se sumarán a las canciones que forman parte de "Vengo de Arequito", su último trabajo discográfico.
El buen clima que se instaló en la zona permitirá gozar sin complicaciones del espectáculo, que se realizará en las inmediaciones de la cuarta bajada, donde durante los últimos días se estuvo erigiendo la enorme estructura que sostiene al escenario, que aglutinará, según lo previsto, a cerca de 20.000 espectadores.
Además habrá un sector más cercano al área de los espectáculos en el que se dispondrán sillas para aquellos que colaboraron con un abono de 300 pesos para la organización del evento.
La fiesta, que se extenderá hasta el sábado 29 inclusive, busca recuperar el brillo que la caracterizó en sus primeras ediciones, y debido a esto se armó una grilla de artistas de reconocida trayectoria que prometen cautivar a los amantes de los más diversos géneros.
Mañana será el turno de León Gieco, el jueves actuará Leo Mattioli, el viernes Catupecu Machu y el sábado Alejandro Lerner le pondrá su música a la noche de cierre, que incluirá la elección de la nueva reina del Golfo y un show de fuegos artificiales.
En cada caso las presentaciones están programadas para las 23, y durante cada velada hará su presentación una banda compuesta por artistas locales, como los Hermanos Velozo, una agrupación folclórica de Las Grutas que le pondrá su sello al espectáculo que podrá verse hoy antes de que cante La Sole.
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